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La conquista del techo de África. Ascensión al monte Kilimanjaro. Tanzania

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Subir el Monte Kilimanjaro es una de las experiencias más enriquecedoras y extremas que se puede vivir en alta montaña sin acometer los deseados, y en la mayoría de los casos inaccesibles, ocho miles.

A lo largo de una semana hemos recorrido, a través de la ruta Machame, considera la más dura de las posibles, la distancia que nos separaba desde la base de la montaña, la llamada Machame Gate situada a 1800 metros, hasta la cumbre, el Uhuru Peak situado a 5.895 metros.

El recorrido, y en sí la experiencia vital, es un constante vaivén de sensaciones contrapuestas. La belleza de las noches africanas y el mar de estrellas que inunda el cielo. frente a las tardes de frío, lluvia, niebla y agua nieve que acompañaron la ascensión. La felicidad, la fuerza y la motivación de los momentos buenos de la subida frente al cansancio, el mal de altura, el dolor de cabeza y las nauseas en los malos. El compañerismo y la generosidad de los montañeros frente a la dificultad de mantener unas condiciones higiénicas mínimas en condiciones extremas de altitud e infraestructuras…dificultades todas estas que son las que hacen de esta experiencia de superación algo tan especial.

Probablemente el día que mejor refleja todos estos sentimientos es el día de la ascensión a la cumbre. Todo comienza tras la finalización de una larga jornada de caminata. Entonces, tras cenar, nos retiramos a descansar a nuestra tienda. Son las seis de la tarde. La ascensión comienza a las doce la noche. Descansar se nos hace muy complicado ante la inminencia de lo que se nos viene encima. Nos levantamos a las once, empezamos a vestirnos con toda la ropa técnica que tenemos. Las temperaturas rozarán los diez grados bajo cero, con viento y, dado que es de noche, sin la reconfortante sensación del sol… Tres camisetas térmicas, un forro polar, un cortaviento, una chaqueta, tres pares de calcetines, gorro, guantes térmicos…todo hace falta en estas condiciones extremas.

Las primeras horas de ascensión son duras por el frío y sobre todo por el mal de altura que achica nuestro pecho y aplaca nuestra energía…el dolor de cabeza y las nauseas están presentes, pero acabamos de empezar la subida de nuestras vidas y la ilusión le gana el pulso al malestar….Es a partir de las tres de la mañana, cuando el frío se hace implacable, el malestar es cada vez mayor, y las piernas empiezan a notar el desnivel (esa noche se sube a la cumbre desde los 4.600 metros), cuando comienza la verdadera batalla con la montaña y sobre todo con uno mismo…”tengo que llegar, tengo que llegar, tengo que llegar….”..las tres horas más duras de mi vida…el ”pole-pole” de los guías o lo que es lo mismo “despacio, despacio” son las únicas palabras que acompañan lo que empieza ser una muy penosa ascensión….no pasa el tiempo, no acaba nunca la montaña…”tengo que llegar, tengo que llegar….” las cuatro de la mañana, más frío, más sufrimiento.. “tengo que llegar, tengo que llegar..”, las cinco, las cinco y cuarto, cinco y media, seis menos cuarto….y así, cuanto todo parece perdido, empieza a despuntar en el horizonte el sol...el frío comienza a amainar…África nos enseña uno de sus inigualables amaneceres que siempre recordaremos..aunque en este momento sea imposible disfrutarlo al límite de nuestras fuerzas. Pero ya estamos cerca, muy cerca. A las 7:30 de la mañana hicimos cumbre…y lloramos…por todo.. por un sueño cumplido, por el dolor, por el esfuerzo, por las personas que nos quieren....y seguro que lo soñé…pero juraría que nuestras lágrimas se congelaron y se unieron a los glaciares que rodean el pico de la montaña..y dicen que estas nieves desaparecerán…pero quiero creer que mientras haya personas felices y emocionadas haciendo cumbre esto no llegará a pasar.


Recomendaciones

Para llegar al monte kilimanjaro, lo ideal es volar al aeropuerto del mismo nombre. Podremos quedarnos en las cercanas ciudades de Moshi o Arusha. En esta última ciudad están bien los siguientes alojamientos:

-    Le Jacaranda hotel (muy sencillo y económico)
-    Karama Lodge (muy agradable, en un entorno más especial)

El monte Kilimanjaro debe subirse obligatoriamente con guías. Nosotros hicimos la ascensión, sin ningún lujo pero de forma óptima, con la empresa:

-    Tropical Trails (www.tropicaltrails.com)